Algún día tropezaréis conmigo como quien cae en un barrio que no conoce. Callejuelas, gentes, esquinas... tanto por descubrir, que siempre quedará algo.

Cuando sea niño, me haré una cometa. O mejor, que me la haga un amigo. Y cuando vengan a preguntar admirados cómo la hice, mientras juego con ella a tapar el sol, les diré
-Sonreí.